María de la Paz Perez Calvo y la narrativa fantástica de una sociedad constituida por momias al servicio de la creatividad y la recreación infantil - juvenil.
Este título me llevó a seleccionar al libro, a través de la experiencia lectora deseaba descubrir esa sociedad cuyos habitantes son momias y viven en una pirámide; la paz del lugar es interrumpida por una arqueóloga y sus ayudantes. La inventiva de la autora me hizo considerar otras posibilidades del rol del ser humano y cómo éste podría ser considerado por una momia. Esta narrativa fantástica no aburre ni cansa al lector que siempre anhela tiempo libre para su relectura.
El primer contacto con este objeto cultural es el colorido de la portada junto con las imágenes de telarañas y la momia pequeña, en primer plano, que sumado al título hacen predecir el mundo narrativo del género literario fantástico. En la portada está muy bien logrado el impacto visual de las imágenes con las que se relacionará el comprador adulto o el infante que solicita su adquisición.
En la contraportada, las palabras del texto anticipan la historia del relato en un espacio llamado Momiápolis que es invadido por seres extraños, ¿seres extraños? El nombre de Nessiriti, quien está enojada con su mamá, como lo explica la sinopsis, también es un indicio de que nos sumergiremos en una narrativa infanto - juvenil, el lector niño se sentirá representado porque seguramente tiene conflictos con sus progenitores. Además, por el nombre de la ciudad, Momiápolis, y la lectura de tablitas por parte de Nessi sabemos que muchos elementos pertenecerán a un tiempo pasado de la humanidad, al tiempo de los egipcios y sus costumbres funerarias.
El narrador nos entrega una sociedad cuyos habitantes son momias, el relato está ambientado en una atmósfera fantástica y el orden y la serenidad se quiebran al arribar los Seres-Vivos-de-Más-Allá-de-los-Muros, los seres humanos. De a poco nos sumergimos en este género cuyos protagonistas son seres increíbles o inexistentes en el mundo real que conocemos. La temática se enfoca en el fenómeno extraordinario que no tiene explicación, aunque tampoco genera duda o vacilación en el lector y éste se entrega placenteramente a su lectura. El elemento fantástico no es único y lo encontramos en varias acciones, personajes, diversos escenarios, variados objetos. Al entrar en el mundo de Momiápolis, las descripciones nos cuentan sobre casatumbas y costumbres alimentarias específicas, sobre la vestimenta de sus habitantes que son vendajes, sobre alumnos que asisten a clases aunque las materias son diferentes a las que se cursan en la actualidad y leen tablitas a libros o tablets.
En todas las páginas se privilegia la incertidumbre, la vacilación, el clima de horror y la tensión del suspenso al presentar hechos anormales, antinaturales o irreales en contraste con hechos reales y naturales. Lo principal en esta clase de narrativas es que se confronta la realidad, considerada normal, con el hecho irreal o anormal.
El personaje es una niñamomia llamada Nessiriti y apodada Nessi.
El acontecimiento insólito hace que se quiebre la paz en Momiápolis ciudad ubicada en el Valle de la Mañana Eterna dentro de la enormísima pirámide de muros gruesos y blancos con puertas selladas: “Antes de que los arqueólogos y los cazadores de tesoros encontraran el Valle de la Mañana Eterna, sus habitantes vivían tranquilos”. El interior de la pirámide se convierte en el escenario de la narración y las descripciones de los niveles son acertados al orientar al lector o al oyente. Sus edificaciones son confortables casatumbas de uno o dos pisos, parques con juegos macabramente divertidos, supermercados de alimentos polvorientos y putrefactos. Una versión un poco cambiada del mundo real e inmediato del niño y el joven, pero el elemento fantástico permite ese pacto con el lector tal cual lo dicta la teoría.
Cuando la tranquilidad de los habitantes de la pirámide se interrumpe, el gobernador convoca a dos expertos en artes momeriles y a dos momiacientíficos con la finalidad de descubrir el origen de aquellos ruidos repiqueteantes, sin embargo la condición de ser momias hace lentos los movimientos y porque los ninjamomias no se ejercitan en las artes momeriles.
Nessi quiere averiguar qué es ese extraño sonido, sin embargo se halla con la negativa maternal. Son los niñomomias, con el pasar de los días, quienes comienzan a planear la resistencia. Por sugerencia de Nessi, toman prestados los perfumes de sus mamámomias: “También les quitaron a sus mamámomias algunos frascos de perfume podrido y exquisito”. Gracias a las lecturas de las tablitas, propone la búsqueda de elementos que intimiden al invasor: “Por último buscaron sus mascotas que son inteligentes, veloces, silenciosas y simpáticas. Los Seres-Vivos-de-más-Allá-de-los-Muros les tienen asco y pánico. Les tienen tanto miedo que gritan, dan saltos y huyen aterrados cuando las ven”. Estas oraciones provocan curiosidad, sorpresa y risa en el lector de cualquier edad.
Los cuatro héroes designados por el gobernador se escondieron al caer la puerta. “Vieron la escalofriante luz del exterior y respiraron un nocivo aire fresco. Contemplaron a seres escalofriantes y espantosos del mundo exterior que tenían brazos y piernas que podían flexionar para todos lados y se cubrían con telas escandalosamente sueltas”.
En literatura infantil y, también, en la narrativa fantástica, deben usarse diestramente los recursos literarios que enriquecen el texto. La voz narradora emplea la parodia, el absurdo, el disparate, el guiño al adulto, la hipérbole, la anáfora, el oxímoron.
El absurdo aparece en las siguientes frases entre otras: las confortables casatumbas de uno o dos pisos, parques con juegos macabramente divertidos, supermercados de alimentos polvorientos y putrefactos, la hamburguesería Sarcofaguito-Feliz, hamburguesa de guijarro con barro derretido, piedritas fritas, roca helada espolvoreada con cenizas.
Provocan desconcierto los siguientes expresiones: horriblemente bonita cámara mortuoria; tardaron dos días en arrastrar los pies para salir de la ciudad y llegar al nivel tres; el nivel tres es un desierto de tierra, polvo y aire rancio, sitio ideal para unas buenas vacaciones momificantes; las momias turistas llegaron para petrificarse en sus reposeras.
Y entonces nos hallamos con este absurdo si consideramos la finitud de todo ser humano: “Nosotros podemos escondernos por siglos sin que eso nos afecte”.
Y podemos disfrutar de un guiño al adulto y del niño - lector avezado: “Por último buscaron sus mascotas que son inteligentes, veloces, silenciosas y simpáticas. Los Seres-Vivos-de-más-Allá-de-los-Muros les tienen asco y pánico. Les tiene tanto miedo que gritan, dan saltos y huyen aterrados cuando las ven. Las mascotas obedientes y soñando con una porción extra de mimos, se quedaron agazapadas y escondidas en las sombras las miles de arañas y los cientos de escarabajos, alacranes y escorpiones de todos los niñomomias de la ciudad”.
La voz narradora, desde la creatividad, nos entrega palabras memorables: “Se puso de pie con un chirrido de huesos y rasgar de vendas”. “Nosotros somos suaves y de movimientos lentos; ellos tienen brazos y piernas que se doblan en sitios increíbles. Me aterro de solo pensarlo… pero ellos… ¡respiran! Ellos respiran… ellos… ellos palpitan -sus palabras causaron mayor terror. -¡Jamás podremos asustar a monstruos así! Hubo gritos, desmayos, ataques de pánico y mordisqueo de uñas”. “Llamó de urgencia a las momininjas. Pero las momininjas estaban muy poco entrenadas. Más bien, oxidadas”. “Nessi hubiera querido estar en cualquier otro sitio… Donde fuera, pero no aquí, tan cerca de los Seres Vivos”.
La ironía hace desternillar de risa cuando las momias ven a los seres humanos: “Los Seres Vivos continuaban gesticulando con sus brazos móviles, parloteando con sus voces discordantes…”.
María de la Paz Perez Calvo sostiene la poeticidad a lo largo de esta narración fantástica, ya que a lo bonito sigue la sombría descripción tan imprescindible en esta clase de historias. “En el centro de aquel hermoso valle se alzaba una enorme, enormísima pirámide de muros gruesos y blancos”.
El lector acepta muchos neologismos, estos no dificultan la interpretación: Momiápolis, Escuela de Educación Tétrica, matemómicas, ciencias momeriles, artes marciamomeriles, momiacientíficos, el diario La Momia que Parla, vacaciones momificantes, los humanos son Seres del Espacio Exterior, idioma momerio, campamentos momeriles, tíomomia, sobrinamomia, momininjas, Servicio de Emergencias para Desarmados y Descocidos, adultomomias, niñomomias, compañeromomias…
El empleo del recurso del humor escatológico es imprescindible en esta historia y, a su vez, es utilizado hábilmente en las descripciones de la comida con el combo del Sarcofaguito-Feliz y cuando los niñomomias toman algunos frascos de perfume podrido y exquisito. Transcribo algunas oraciones que lo demuestran: “¡Me hago cacamomia de miedo!”. “Se me soltó un gasecito”… Sonó como la queja de una nena”. “Se le desprendieron los vendajes de las vértebras y tuvo que callarse para acomodarse el cogote”.
El lector, en esta narrativa fantástica, se halla ante la presencia de acciones y actitudes que sirven para formarse como individuo, sea para los niñomomias de Momiápolis o una sociedad habitada por seres humanos ya que la voz narradora valora el trabajo, el estudio, el sacrificio y muchas conductas individuales a mantener como seres sociales.
El narrador presenta a la doctora Julia Verne: “Tantos años de estudio, tanta búsqueda”. “Julia trabajaba incansablemente, persiguiendo su sueño”. “Sabía que tarde o temprano alcanzaría lo que esperaba, aunque nadie lo creyera”.
Cuando ingresan a la pirámide, Julia dice unas palabras a sus ayudantes: “Sean más respetuosos… este es un lugar sagrado”. Trata del respeto mediante el silencio, el hablar sin levantar la voz, sin ofender a ese espacio funerario.
La siguiente oración es clave porque nos invita a ejercer buenas prácticas sociales a través del diálogo “Una vez más se pusieron a discutir”. En toda sociedad debe priorizarse el diálogo y las conciliaciones grupales. Nos alerta sobre lo desaconsejable de todo enfrentamiento: “El trío FEO una vez más se puso a discutir”, esto produce incomodidad y malestar en un tercero, lector o espectador en la vida real.
El texto hace mención de lo impropio del hurto de objetos históricos por parte de los cazadores de tesoros o, en este caso, de los ayudantes de la arqueóloga Julia Verne quienes deseaban llevarse un jarrón de oro incrustado en piedras preciosas, una máscara de oro puro, una corona engarzada con esmeraldas del tamaño de naranjas, un brazalete. Nos indica que debemos impedir el saqueo de bienes antiguos ya que el legado pertenece a toda la humanidad.
El narrador, cuando describe a Nessi, nos explica que debe sostener el honor familiar heredado de generaciones: “Envuelta de pies a cabeza con las negras vendas de ninja, se sentía obligada a sostener el honor familiar”.
La materia historia debe ser estudiada por los niños como aprendizaje “desde el presente y para comprender el pasado”, a su vez como forma de asimilación de la cultura en general: “Nessi había leído muchas tablitas que contaban leyendas…”
La narración fantástica ¡Socorro, Mamámomia! nos relaciona con el tiempo de las pirámides de Egipto que son monumentos funerarios donde se depositaban a los fallecidos faraones del Antiguo Egipto. Los nombres históricos de faraones y reinas fueron adaptados a la necesidad del relato y fueron convertidos en neologismos “Nessiriti, Cloclopatra…”.
Al final de la novela se puede observar el uso de las tecnologías en oposición de las tablitas de Nessi. “Ella y el viejo Troti se quedaron con el perrito Sebastián y cada tanto mandan fotos”.
Este libro es una parodia de la sociedad humana. Si bien se refiere a una sociedad cuyos habitantes son momias, que habitan un mundo en una pirámide, existen similitudes con las sociedades actuales y la voz narradora emplea el recurso de la personificación.
En Momiápolis, a su vez, existe la organización gubernamental, hay poder de policía que nunca actúa a través de los ninjamomias, existen científicos y escuelas, hay momias que ejercen el rol docente. La arquitectura es similar a la de este tiempo al mencionar la plaza, las casatumbas por casas o departamentos, el hotel, la escuela, el supermercado. Es una sociedad pacífica porque no existen robos y esta es la razón por la cual las ninjamomias están oxidadas; esto es un llamado de atención ante los múltiples hechos delictivos del presente.
Los niñomomias son los que toman la posta para planear la resistencia porque tienen iniciativa y espíritu de arrojo, no temen a lo desconocido y llevan adelante acciones para ser reconocidos por los adultos. El rol que ejerce la familia en la educación de los hijos también se presenta a lo largo del libro. Mamámomia hace observaciones a Nessi y esto enoja a la niñamomia; ejerce el rol protector de madre al correr hacia el trío FEO para evitar que se lleven a su hija que grita “¡Socorro, Mamámomia!” escondida dentro de la urna. Debido a que Mamámomia rescata a su hija, el final de esta narrativa fantástica es cerrado, justo y feliz. Los invasores huyen despavoridos al ver a Mamámomia… así huye el trío FEO y desde entonces los tres tiemblan de miedo si escuchan una palabra que empieza con la letra “eme”. En Momiápolis “Hubo muchos festejos por el fin de la invasión”.
Ya que estamos a días de los festejos de Navidad sugiero que regalen ¡Socorro, Mamámomia!. La literatura fantástica infantil - juvenil tiene en María de la Paz Perez Calvo a una gran representante. Esta obra entretiene de manera amena y, sobre todo, desde su lectura se puede descubrir y ejercitar el rol de leer para despertar la imaginación. El texto marca, a su vez, la función educadora que se puede lograr a través de una historia fantástica. Es un libro que debe acompañar a los chicos en las vacaciones para su relectura placentera.
¡¡¡Felices Fiestas!!!
Dip. Ester Noemí Salomón
Perez Calvo, María de la Paz. (2019). ¡Socorro, Mamámomia! Niña Pez Ediciones.
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